jueves, 16 de junio de 2011

Por donde empezar

¿POR DÓNDE EMPEZAR?
Aportes para construir un modelo de organización, donde las decisiones sean tomadas en colectivo

¿Cuál debe ser nuestra labor como militantes revolucionarios? ¿Qué mecanismos instrumentar para superar las contradicciones de clase? ¿Cuáles, las tareas para inculcar conciencia clasista en los trabajadores y a la población en general? ¿Cuál tipo de organización debe crearse en correspondencia con la realidad del país y cual el propósito de hacer las transformaciones que la patria grande (continente) requieren? ¿Resuelve el problema de la organización revolucionaria la Constitución, como programa político de gobierno, eje transformador de la nueva sociedad por construir? ¿Puede el proceso electoral que se avecina, sin reestructurar el aparato burocrático del Estado, contribuir a solucionar las contradicciones antagónicas de clase? ¿Irrespetando las decisiones democráticas, para la escogencia de los candidatos desde la base, como metodología electoral participativa, podemos contribuir al fortalecimiento y construcción del poder obrero y popular? Estas interrogantes deben ser resueltas a través del permanente dialogo político-ideológico, el propósito, romper desde el seno de los colectivos, las incertidumbres entre la acción (unidad – crítica –unidad) y el pensamiento (el accionar, lo que somos y lo que debemos ser) que nos permita dar pasos prácticos, hasta superar, los esquemas dominantes en nuestro comportamiento.

¿Cuál es el carácter de la lucha, en la actualidad? (a nuestro criterio, consiste en dos elementos básicos:)
a.- de Carácter General:
1) Profundizar en los colectivos una claridad política, ideológica y teórica que nos permita entender los fenómenos de lucha de clases que se viven en la actualidad en Venezuela, orientar y orientarnos en torno al programa coyuntural de Gobierno estipulado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, como elemento de toma de conciencia política, no de clases, para romper con los resabios de la Democracia Representativa y a partir de allí, consolidar un programa revolucionario participativo socialista revolucionario.
2) Fortalecimiento de una política nacionalista y antiimperialista
3) Instrumentar el proyecto de unidad bolivariana en torno a América Latina
4) Luchar para romper las imposiciones imperialistas como el Plan Colombia, el ALCA, la disgregación de los pueblos, la instrumentación de políticas neoliberales, la penetración sistemática a través de los diferentes medios de comunicación, la dependencia tecno científicas, la imposición individualista, etc.
b.- de funcionamiento:
1) Romper con los esquemas burocráticos dominante.
2) Superar el secuestro de la participación popular.
3) Instrumentar tácticas políticas capaz de evitar en el seno del proceso revolucionario: el sectarismo, el paternalismo de Estado, el tareísmo, la coyuntura, el jefaturismo y fundamentalmente la indisciplina y la opinión en nuestros funcionarios públicos, sostén del status quo, en todos los grados de responsabilidad, que los cargos son de su propiedad, “vicios impuestos por la clase dominante que busca romper la reciprocidad y el trabajo en equipo” 1.
4) Crear políticas acertadas para la consolidación de un movimiento revolucionario, que permita concentrar alrededor de él, autonomía de decisión, sin ingerencia del poder constituido. Una línea de masas, estudiantil, obrera e inclusive militar basadas en función de una línea política supeditada a una táctica y estrategia con asiento en la consolidación del poder popular y revolucionario, ajustado al poder local, procurando un accionar colectivo. Evitar esas trabas secuestradoras del poder representativo, sólo se logra a través de una organización revolucionaria “creada sobre la teoría revolucionaria... y en el estilo revolucionario…”2, ejemplo, las decisiones en el Comando Ayacucho, se imponen desde las esferas de poder, los voceros ofrecen muchas alternativas y se cumplen, según expresiones de los aliados al proyecto revolucionario, aproximadamente un 5%. .
Es conveniente construir nuevos métodos para superar las divergencias en torno a los camaradas que participamos en el proceso liderizado por el Comandante Chávez, pero asumimos posición crítica, respecto a la forma como se aplican los instrumentos indispensables para batallar por los intereses de clase, el cumplimiento de nuestra meta histórica: la abolición de clases y la construcción de una nueva sociedad, a fin de evitar la vacilación ideológica y el practicismo coyuntural de muchos militantes agrupados en los diferentes movimientos (base social), pero permanecen fuera de la esfera económica de poder y la in-comunicación – des-participación emanada desde el aparato de la superestructura.
La experiencia recogida en base a la metodología científica del cambio social (materialismo histórico y dialéctico) aportado por los autores en el Manifiesto Comunista; programa que hace "valer los intereses comunes a todo el proletariado, independientemente de la nacionalidad"… procura “siempre (la defensa de) los intereses del movimiento en su conjunto" sujetándose constantemente a la concepción de clase que se puede resumir "en la fórmula única: abolición de la propiedad privada". Planteaban la construcción de un partido "distinto y opuesto" que sirviera a la unión de la clase que la revolución demandaba, expresémoslo en las propias palabras de Marx y Engels:
"Para asegurar el éxito de la revolución es necesaria la unidad del pensamiento y de la acción. 3 elementos existen para crear esta unidad: La propaganda (agitación, propagación, difusión), el dialogo (educación, formación político-ideológica) y la organización (militantes dedicación exclusiva, ruptura en las luchas economicistas, consolidación de las bases de apoyo a través de un programa de gobierno a nivel nacional)..."3
Nuestra principal contradicción, respecto a los camaradas que sustentan el poder es de carácter táctico, es el de truncar y restringir la autonomía de organización, participación y agitación del colectivo ávido por vincularse al proyecto bolivariano, al instrumentar el paternalismo a través de políticas neo-liberales; mutilar la cogestión y auto-gestión de los hombres y mujeres, para reducir la participación autónoma por temor, lo creemos así, de ver sus “cargos” desplazados y sobre todo por la concepción pequeño-burguesa de quienes sustentan el poder, poseen el conocimiento. La actualidad requiere trazar políticas propias que genere autonomía para avanzar cualitativa y cuantitativamente, sin perder las perspectivas planteadas en el proyecto o programa mínimo de unidad a construir y potenciar nuestras fuerzas, fundar el poder revolucionario y desmontar las estructuras del Estado que sirven de soporte a los viejos y nuevos 'políticos' que pretenden “cambiarlo todo para no cambiar nada”.4
Observamos como en Venezuela a nivel general, muchos de los integrantes del movimiento revolucionario vinculados a la esfera del poder, sustituyen las tareas fundamentales de crecimiento político, formación, captación y preparación de cuadros idóneos para eliminar los falsos valores morales de la clase dominante; por actividades que consiste en fortalecer el poder constituido burocrático de las estructuras del Estado, reproduciendo la ideología dominante de clases, cuando lo imprescindible, es modificar “nuestro estilo de trabajo”, para desde allí construir las bases del Estado primigenio, solidario, participativo, superando desde luego el interés individual por el de la conciencia crítica, impregnada de motivaciones políticas, educativas, hasta llevarla al nivel de conciencia revolucionaria. “La falta de organización tiene como característica fundamental la falla en los métodos para encarar una situación dada”, expresaba el Che en la Revista Cuba Socialista, en su artículo contra el burocratismo, por el año 1.961, escribía además, “…debemos desarrollar con empeño un trabajo político para liquidar las faltas de motivaciones internas, es decir, la falta de claridad política, que se traduce en una falta de ejecutividad” 5. Las demandas del momento, después del triunfo del imperialismo norteamericano en Irak, consiste más que defender las estructuras burocráticas, consolidar enlaces de poder autónomos que nos garanticen la disciplina y la organización para evitar el desorden que observamos, críticamente lo reconocemos en el video “la revolución no será televisada” y en todas las actuaciones y actos realizados a nivel nacional.
Es una necesidad imperiosa, consolidar un movimiento fuerte, disciplinado, organizado política e ideológicamente “que tienda no sólo a arrancar concesiones aisladas, sino a conquistar la fortaleza misma”6 de sus militantes en el accionar colectivo de las luchas cotidianas y esto se consigue a “través de la firmeza en los puntos de vistas de quienes han asimilado”7 a través de la agitación, el combate permanente y el trabajo con las masas vinculado por supuesto con una excelente orientación política y un proyecto de toma de poder, esto sólo puede hacerlo un movimiento coherentemente combativo, organizado y revolucionario.
Importante “laborar para crear una organización combativa, …hacer agitación política es obligatoria en todas las circunstancias monótonas y pacíficas en cualquier período del decaimiento del espíritu revolucionario”8 y en períodos de explosiones y estallidos contrarrevolucionarios, en la toma del poder o consolidación del proceso, necesario desplegar inmediatamente nuestra actuación en las luchas callejeras, las organizaciones sindicales, los frentes estudiantiles, cooperativas y otras organizaciones semejantes; todas estas actividades sustentadas a través de una acertada línea de dirección política, por lo coherente en su estrategia y táctica y facilitada por una teoría coherente de la revolución, al contrario a lo que sucede en muchas partes de Venezuela, cuando apartamos “a los militantes mas activos de su verdadero cometido”9, con una campaña de desmovilización, en vez de favorecernos, crea dudas, incertidumbres y atraso en las masas. Mencionemos como ejemplo, las marchas convocadas por el Presidente Chávez en los diferentes escenarios del país; en muchos estados “de fortaleza chavista”, donde gobernador, alcaldes, concejales, diputados en su mayoría siguen los lineamientos bolivariano; los hombres y mujeres, común del pueblo sobrepasan el cálculo estimado por el partido rector en el estado, estos, justificando la falta de recursos para movilizarlas, crean el caos en las personas y al no asistir, al llamado del presidente, acontece la zozobra, angustia, malestar, apatía en los colectivos, ¿a quién perjudica? Los señalamientos no están dirigidos hacia el Presidente, al contrario, es hacia los hombres y mujeres “dirigentes” de la nomenklatura o “establishment”.
¿En qué consiste la campaña de desmovilización impulsada en una de las fortalezas del bolivarianismo en Venezuela? ¿Existen dentro de la estructura de mando, la denominada quinta columna, que tanto daño hizo en la Guerra Civil Española y en la actualidad permanecen sujetas a todos los cambios sociales de las estructuras burocráticas del país? En estas condiciones la ruptura entre el movimiento revolucionario y las dispersas masas descontentas, dispuestas a luchar y a defender el proceso, pese a su debilidad, tendrán dudas de los “dirigentes” exceptuado del Comandante Chávez.
Hemos expresamos en un documento nacional de julio del 2.003 que “no es política nuestra como movimiento, acceder en la problemática interna de las organizaciones, pero cuando esta afecta la participación democrática del pueblo, es necesario diagnosticar las fallas, para buscar correctivos”10. Esta es la razón metodológica fundamental por la cual mencionamos los ejemplos anteriores
No podemos hablar, ni siquiera insinuarlo, que hemos superado las etapas golpistas vividas durante los últimos años, ridículo sería subestimar a un enemigo que danza entre millones de dólares, manipula a su antojo el sistema de justicia, medios de comunicación, la central de “trabajadores”, educación, el alto clero, etc., “aparte del oportunismo y arribismo de muchos sectores que hoy conviven en el chavismo, el inmediatismo, la infiltración, la traición y hasta los protagonismos individuales”11
Las enseñanzas de los sucesos de Abril del 2.002 y Diciembre-Enero-Febrero del 2.003 son tan elocuente, la organización, el sincronismo y la participación de los colectivos, quienes sin dirigentes de los aparatos del Estado (partidos y grupos políticos que se apropian la dirección gubernamental en las estructuras de decisión) salieron en defensa del proceso y hoy, los mismos que en Abril negaron su vinculación con el Gobierno (querían estar con Díos y con el diablo) secuestran los elementos básicos estipulados en la Constitución (la intervención protagónica del colectivo) restringiendo las respuestas, orientaciones e inclusive participación de los hombres y mujeres, sostén del proyecto de país de la revolución bolivariana
Muchas de las causas que explican los sucesos de Abril del 2.002, no han sido sistematizadas. Necesario hoy, hacer un balance de todo lo acontecido. Sin embargo, entre otras cosas, podemos decir:
a.- Toda la instancia del Estado - Nación ha conservado su estructura burocrática, herencia recibida de las administraciones desde 1.830 hasta nuestros días, descompuestas a través de prácticas corruptas, negligentes e incompetentes vicios. Los hombres y mujeres enquistados en todo el escalón del servicio público, contando con pocas excepciones, no tienen vocación de solidaridad, ética y corresponsabilidad y mucho menos principios revolucionarios, e inclusive los nuevos funcionarios reproducen los mismos valores, es una concepción de clase formada a través de la educación, y los medios de comunicación incentivada en el status, la competencia, el consumo, la acumulación de riquezas, etc. Es inconcebible aceptar declaraciones de funcionarios renegados “yo soy un técnico, no un político” ocupando cargos de responsabilidad. De igual manera la aptitud de ministros, presidentes de institutos autónomos, alcaldes, gobernadores pretendiendo mantenerse en posición neutra (color azul de nuestra bandera). Como organización lo hemos vivido, ejemplo de lo que decimos, el viernes 12 de Abril del 2.002, en diferentes espacios donde arengábamos a los colectivos en torno a que hacer para defender al Comandante Chávez y lo que representa, funcionarios del gobierno y del principal partido en el poder, nos instan a callarnos la boca, pues no debemos hacer proselitismo político.
b.- En las estructuras de poder, no existe trabajo político ni mucho menos, intercambio ideológico, se cumple sólo el horario. Por supuesto, si los cuadros de la superestructura, carecen de sólida formación y no existen propuestas para elevar la calidad política, que esperamos para los cuadros medios y bajos de la administración pública.
c.- Otro elemento a ser estudiado, la traición descarada de hombres y mujeres que renegaron del proceso bolivariano, y hoy le vemos ocupando altos cargos dentro de la administración pública o “controlando” personas por su vinculación en las esferas de poder. Luis Miquilena, hombre del presidente, redactor de la Constitución, Ministro de Interior y Justicia, Coordinador Nacional de Quinta República, viejo combatiente desde los años 40 en las luchas sindicales y sociales, el mismo día 11 de Abril “tome la decisión de alejarme de un gobierno perverso”. Pablo Medina, ex – guerrillero, “militante crítico” vinculado a los enfrentamientos contra la corrupción, le observamos en el video televisado, arengando a las masas pequeño-burguesas, orientando al “zarrapastroso” de Guacaipuro Lameda en la marcha, o salir en desbandada el día de la retoma del palacio de gobierno. Al ex – golpista “bolivariano” del 04 de Febrero, Jesús Urdaneta Hernández, al ex-vice - presidente de la Asamblea Nacional, José Rafael Jiménez; y al ex gobernador de Lara, Orlando Fernández Medina, mercader, parásito y mercenario de la política contemporánea en Venezuela, etc. Igualmente muchos camaradas sin perspectivas, escondieron la boina roja, quemaron la bandera, denigraron del proceso diseminándose en la derrota; a pesar de esta situación, la voluntad y resistencia del pueblo, no se quebró.
d.- Inconcebible como nuestro gobierno en materia comunicacional ha caído en la negligencia y la credulidad política. No hemos podido crear un poder de comunicación capaz de responder y dar respuestas a la campaña mediática de la contrarrevolución, donde las más modernas tecnologías de la información y agresión noticiosa en combinación con embestidas económicas y terrorismo fascista pretenden someternos con fines colonizadores, la práctica ha demostrado su eficacia como arma política
No se ha entendido que libramos una batalla político-ideológica, los acontecimientos de Abril pasado y los recientes desde el 2 de Diciembre, constituyen elementos de análisis que no admiten desplazamientos. Se han consumido años de reuniones, proyectos y comisiones. Nos ha absorbido la estructura burocrática y la negligencia de funcionarios, técnicos “apolíticos” de CONATEL. ¿Vinculados al proyecto revolucionario? No hemos interiorizado el papel que deben librar los medios de comunicación para la refundación de “la patria bonita” que soñaron nuestros libertadores. Inconcebible, hace aproximadamente ciento cincuenta años Bolívar expresó “la prensa es la artillería del pensamiento” 12. En plena época del mundo tecnológico comunicacional, nuestros dirigentes (los que manejan el poder constituido y administran los recursos del Estado) ¿No entienden que los medios de comunicación han sido juez y parte para enfrentar la Constitución? ¿Qué el enfrentamiento entre los fascistas manipuladores de las capas medias y nuestro pueblo se basa fundamentalmente en el campo comunicacional? Importante preguntarnos, ¿El campo comunicacional es técnico o político? ¿Cómo observan los camaradas que detentan el poder, el partido? Semejante al de la falsa “democracia”…”suerte de sectas cerradas, que le exigen absoluta obediencia a sus miembros quienes deben cumplir ciegamente las consignas o instrucciones que reciben, so pena de verse sancionados con la expulsión o alejamiento de las correspondientes organizaciones partidistas”13. Importante destacar “que antes del partido estuvo el pueblo y que este existió, vivió, padeció y luchó contra calamidades comparables a lo que en cierto modo ellos –los del partido- representan y supo trascenderlas y pudo derrotarlas en algunas ocasiones”14 O por el contrario un partido donde exista, ¿libertad de crítica, pensamiento, participación, unidad dentro de la diversidad? Un espacio…”para compartir experiencias de acción y reflexiones sobre ella que contribuya a la formación política ciudadana, es decir, educación cívica, desarrollo de racionalidades colectivas, la búsqueda del propósito común, construcción de la visión global estratégica, un proyecto de país, un proyecto de región, un proyecto de ciudad, un sueño futuro compartido;… un instrumento para la formación de esa visión compartida”15
Hoy la tarea inmediata consiste en conformar un vasto movimiento capaz de aglutinar a todas las fuerzas dispersas en la geografía nacional, incentivar la participación en torno a un programa mínimo para construir la dualidad el poder obrero y popular, frente al poder dominante y burgués, capaz de apoyar y estar permanentemente dispuestos (la desorientación y los esfuerzos dispersos, no contribuyen en nada a la organización) a reforzar las luchas, protestas y toda explosión de los colectivos en la calle para cohesionarnos y amoldarnos a los combates decisivos por venir.
Las enseñanzas de los sucesos de abril nos sirven de ejemplos que apenas si encontramos refutaciones para estudiarlos. Pero lo que exige el momento actual, no es ver las apariencias, recordar los muertos y heridos, los detenidos y olvidar de manera inmediata lo sucedido. Debemos ir más allá de las apariencias, es nuestra obligación no sólo recordar lo acontecido, investigar, estudiar y construir la organización que necesitamos. Urgente, trazar un plan concreto del movimiento a desarrollar, para enfrentar las futuras luchas que se avecinan.
Nuestra deficiencias tanto en el sentido ideológico, finanzas, como político, adolecen de limitaciones en lo puramente local y sectorial y nos aísla de lo nacional, esto no nos permite difundir nuestras propuestas y crecer ante la población; al no existir un programa político coherente, firme y sostenible, limita nuestras perspectivas de fortalecimiento, y el alcance de nuestras actividades, se diluyen en el tiempo y no llega hacia los colectivos
Necesario hoy potenciar esfuerzos de unidad, concentrar y fortalecer todas nuestras metas en el trabajo político con los sectores explotados de nuestro pueblo, principalmente el obrero revolucionario. Crear una línea de acción entre la masa campesina, desolada y marginada por los burgueses del campo. Impulsar acciones para rescatar de la desidia, el inconformismo, el abandono a los estudiantes, factores determinantes de las luchas en nuestro país. Concentrarnos en aglutinar a la pequeña burguesía alrededor de un proyecto común de desarrollo. Crear una línea de acción lo suficientemente firme para que en las coyunturas y las situaciones inesperadas, podamos proseguir sin restricciones, nuestra labor revolucionaria.
Para no estar a la ofensiva de las acciones de la oposición, y considerando la formación ideológica y el respeto democrático de las tendencias, autonomía y diversidad del movimiento popular y de los trabajadores de suma importancia para el fortalecimiento de las tareas inmediatas del movimiento revolucionario venezolano, como es, contribuir a la derrota de los fascistas, depurar de nuestras filas a los oportunistas y burócratas, y promover el poder popular, donde el común de nuestros ciudadanos reasuma las tareas políticas y administrativas del Estado distintas a la representatividad dominante; proponemos sea tomado en consideración, las propuestas del Proyecto Educativo Nacional para incorporarlas al debate en la línea política del movimiento:
* ELECCION DIRECTA DE TODOS LOS CARGOS;
En tal sentido estamos opuestos a las elecciones indirectas (o de segundo grado) de los dirigentes y representantes. La máxima instancia es la asamblea general de ciudadanos y ciudadanas. Por encima de ella no existe ninguna otra instancia.
* RENDICIÓN DE CUENTA:
Se trata de presentar cuenta de las ejecutorias, de las acciones y actividades. Este balance periódico debe presentarse ante las asambleas libremente convocadas. Significa además, la subordinación del representante popular a las decisiones colectivas
* REVOCATORIA DEL MANDATO:
Con la discusión y evaluación de la gestión de los dirigentes, los sectores de base poseen la potestad de destituir a quienes no cumplan con el mandato. El mandato imperativo significa la subordinación del representante escogido a un programa político muy concreto, tangible y decidido en asambleas generales, si comienza a tomar decisiones no autorizadas, se coloca fuera de los términos del mandato popular.
*DELEGACION FUNCIONAL:
Ningún representante o dirigente puede tener poder discrecional para decidir cuestiones que no han sido discutidas y aprobadas en las instancias de base. Está directamente relacionado con el punto anterior
* ROTACIÓN DE LOS CARGOS.
Esto Evita el enquistamiento de roscas o grupos, combate la especialización, ya que en nombre de la autoridad y la experiencia se pueden perpetuar indefinidamente unos determinados dirigentes sobre la base de que no existen promociones de relevo, opciones alternativas a los “expertos”. Quien siempre ejerce el poder se acostumbra a mandar, y quien siempre recibe órdenes, se acostumbra a ser dominado.
* LIBRE JUEGO DE TENDENCIAS:
La investigación, la libre conformación de opiniones divergentes, debe permitir la formación de un”consencso activo”, reconociendo la discrepancia como “normal y natural”. Desde luego se trata de algo diferente del “criticismo” de quien quiere sobresalir a cualquier precio o la simple charlatanería. Por ello se requiere de la gestación de una CULTURA DEL DEBATE, y el desarrollo de una RACIONALIDAD COMUNICATIVA.
* DEMOCRACIA DEL SABER:
Se trata del libre acceso a la información y al conocimiento de los problemas en debate. Esto es una cualificación de la decisión, ya que no solo se trata de cómo se decide. Sino también de la posibilidad de participar en la elaboración y construcción de la decisión-. Aquí partimos de valorar el monopolio del saber como uno del los grandes obstáculos para el ejercicio de la democracia, lo que significa que si no se democratiza el conocimiento, la democracia es un ritual, una verdadera caricatura.
* LA ASAMBLEA POPULAR COMO MAXIMA INSTANCIA DE DISCUSIÓN Y DECISIÓN:
La participación en asambleas, la confrontación política, y la ejecución de sus decisiones, constituye un mecanismo de educación política para la ciudadanía. La democracia se aprende practicándola. De nada sirve reflexiones profundas sobre el quehacer político, si no se ejecutan en los hechos los principios que se dice defender.”16 En los llamados partidos “democráticos”, para no entrar en particularidades, demandan una democracia protagónica, pero en lo interno, no practican los más elementales principios democráticos.
Consideramos que en Venezuela, la forma principal de lucha en la actualidad, consiste en la “Acumulación Activa de Fuerzas” y lo fundamental, crear un movimiento, orgánicamente disciplinado y homogéneo en sus postulados, que englobe:
El compartir, debatir y aceptar una visión del movimiento popular protagónico, democrático, autogestionario.
Una direccionalidad política en base al trabajo solidario, desprendido y voluntario, sea ejemplo a seguir, tengan la firmeza de invitar al pueblo venezolano y a los trabajadores, a ser entes multiplicadores en la construcción de ese movimiento
Un modelo de gobernabilidad, ajustado al proceso de cambio anti-globalizador, integrador, rechace las “vanguardias referenciales”, se respete el trabajo, liderazgo social y popular colectivo, como actores estratégico de los cambios que se avecinan.
Un deslinde en la política electoral secuestradora desde arriba, reproductora de una ideología dominante, autocrática, impositiva, oportunista y negociadora de intereses individualistas.
El respeto a las decisiones democráticas, escuche y asimile las disidencias y afiance los valores de solidaridad y del respeto a los demás en el seno de las organizaciones sociales.
La reivindicación autónoma y diversa del movimiento popular y revolucionario.
El negarnos democráticamente a participar y apoyar las plataformas políticas electorales carentes de propuestas, más si éstas, no nacen de la participación permanente en el diálogo, el debate y las decisiones donde los colectivos escojan los candidatos a través de asambleas generales. No permitir el Miquilenismo sin Miquilena.
Para agruparnos en la actividad legal de masas populares, realizar las grandes luchas que se avecinan, legales e ilegales, abiertas, clandestinas y secretas; formando militantes, cuadros y organizaciones autónomas con el fin de obtener victorias y por supuestos, derrotas, componentes dialécticos del desarrollo del partido, motor histórico para la consolidación de la revolución.
Como conclusión, necesario asumir colectivamente las interrogantes iniciadas para evitar dudas y confusiones respecto a nuestras propuestas. Importante sistematizar metodológicamente cada una de los aportes, para que estas no queden en el vacío etéreo del discurso o en la exclusiva lectura del burócrata secuestrador de conocimiento y reproductor de la ideología dominante. Nuestros puntos de vista se rigen bajo los parámetros de la doctrina científica, históricamente guía orientadora de los procesos de cambios realizados en nuestro planeta tierra. Vivimos momentos álgidos como nunca en la historia de nuestro país: una clase media y burguesa parasitaria, socia del gran capital, se juega la intervención del gran imperio del norte, su interés, es de todos conocidos, energía (petróleo, agua, gas natural), biodiversidad, situación geográfica, etc. Por otra parte, el pueblo, ese ser común, ha despertado del letargo, “se ha echado a andar, y esa marcha de gigante no se detendrá jamás”17, cierto sus luchas son economicistas, reivindicativas, cortoplacistas; obligatorio orientarlas hacia la toma de conciencia de clase, consciente, militante y revolucionaria; mientras tanto, la vanguardia orientadora, de experiencia, firme de principios, internacionalista por convicción, por un lado reproduce el Estado dominante (reformismo) y por el otro permanece fuera del poder de decisiones; nos queda definir en que espacio vamos a colocarnos, los cambios en Venezuela no se detienen, allí está el ejemplo de Abril

Ni pacto, ni negociación, profundicemos la revolución
Al pasado no regresaremos jamás
Crear, crear, poder obrero y popular

¡Hasta la Victoria Siempre!

Movimiento Revolucionario Tupamaro

ESTATUTOS DEL MRT

Estatutos

CAPITULO I. De los Principios y Fines.

Artículo 1.- EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO TUPAMARO es una expresión del bloque social y organizaciones sociales basada en la participación y en el principio de la articulación política-ideológica de la Clase Obrera y organizativa nacida producto del consenso y disenso de todas y todos sus integrantes, en procura de los mas nobles intereses del Pueblo y de la Defensa de la Nación Venezolana enalteciendo nuestros valores de Libertad, histórico, culturales, Afrodescendientes, Indígenas y Criollos, mártires y próceres; encaminados hacia la consecución del proyecto anfictiónico que acrisolara nuestro Libertador Simón de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y la articulación de toda la América Latina y Caribeña.

Inmerso en la realidad e investigadores de la misma, tanto Nacional como Internacional en pro de transformarla, con los fundamentos: filosófico, metodológico, dialéctica marxista y demás corriente con praxis humanista revolucionaria, anti-imperialista; el eje transversal, el bienestar político, sociocultural de la población y perseguimos la desaparición de las clases sociales y la abolición de la propiedad privada. Nuestra vocación libertaria y bolivariana nos lleva a luchar contra la explotación económica, la segregación política y la opresión cultural en todas sus manifestaciones, por el respeto de soberanía y la autodeterminaciones de los pueblos, la búsqueda de la paz, el bien común, la justicia tanto Nacional e Internacionalmente
Artículo 2.- El M.R.T., se rige por la política, planes programas, proyectos y resoluciones tomada en sus asambleas o secretariados nacionales, así como en los plenos y congresos a tal fin
Artículo 3.- El M.R.T., desarrollará su actividad bajo los principios organizativos establecidos por la política, planes, programas, proyectos y resoluciones tomadas en asambleas a tal fin.

CAPITULO II.- De las y los Militantes.

Artículo 4.- De la militancia M.R.T: a) Ser mayor de edad electoralmente; empero la edad no puede ser considerada un limitante para la participación, ya que es un derecho humano y en nuestra legislación los niños, las niñas y adolescentes son sujetos de derechos, en tal sentido la organización se encargó de activar los espacios para que ellas, ellos ejerzan sus derechos a la participación política, en el Movimiento Tupamaritos, en éste espacio las niñas, los niños y adolescentes reglamentaran internamente sin entrar en contradicción con los principios básicos del movimiento para su participación. b) ser de reputación, honesto (a) y reconocida, postulado (a) por una o un militante activo o una célula. c) aceptar los estatutos, la política, planes, programas, proyectos y resoluciones tomada en asambleas de militantes, práctica de la militancia activa en una de las células Tupamaro y cumplir con las responsabilidades y compromisos adquiridos. d) aceptación de la nueva o del nuevo militante o militantes y en dado caso de una negación fundamentar razonablemente el por qué no se le puede dar la militancia. Las nuevas o nuevos incorporado pasaran un período de prueba no mayor de cinco (05) meses, teniendo voz y voto en la célula que participan o la que se creen, no obstante hasta que pase el periodo de prueba no participa en las decisiones regionales o nacionales sin embargo, cuando no sea de seguridad se podrá entrar en la disertación emitiendo opiniones, pero no vota en la toma de decisiones; ya que es afiliado (a) en período de prueba y los (as) afiliados (as) están restringidos (as) su participación en la toma de decisiones por este literal (c), e) transcurrido el período de prueba, la célula elaborará un informe de las actuaciones en esos cinco (05) meses, en la cual se determinará según las responsabilidades, compromisos asumidos y cumplidos a la instancia superior para darle la militancia definitiva; la instancia superior dará su veredicto en un período no mayor de cinco (05) días hábiles y comunicarle al resto de la militancia su decisión o a las células de la organización. f) no personalizar las contradicciones, en los diversos diálogos e intercambio de saberes entre nosotros en lo interno y a lo externo con las otras organizaciones; participar sinérgicamente en los temas teóricos de actualidad, cotidianidad, los clásicos del marxismo, de a literatura humanista y todas las que sean posibles para fortalecer nuestra convicciones técnica-teórica en lo político ideológico.

CAPITULO III. De los Deberes y Derechos.

Artículo 5.- Son Deberes de las y los militantes:

A.- Cumplir estrictamente con las normas, medidas y métodos del M.R.T.
B.- Ser una persona crítica, honesta y veraz, abnegada en la lucha y ejemplar en su comportamiento, ser consecuente en su acción cotidiana por la preservación y el fortalecimiento de la unidad del Movimiento Revolucionario y de posición firme en la defensa de los intereses populares.
C.- Mantener siempre en alto el prestigio del Movimiento y divulgar nuestra concepción política y nuestra doctrina revolucionaria.
D.- Dar prueba de firmeza ante el enemigo en todas las circunstancias.
E.- Cumplir y hacer cumplir las orientaciones, determinaciones y tareas que emanan de su célula y de los organismos locales, regionales y nacionales.
F.- Hacer esfuerzos permanentes por la superación personal y organizativa en el terreno político, ideológico y cultural.
G.- Interesarse por conocer y desarrollar las experiencias, teorías, técnicas y métodos de dirección y discusión colectiva.
H.- Vincularse directamente a las actividades de su comunidad, consejos obreros y otras organizaciones de masas, siendo ejemplar y consecuente en sus luchas por el mejoramiento colectivo de sus condiciones de vida y por la elevación colectiva de su conciencia y organización política, de la solidaridad y el compañerismo.
I.- Hacer un uso correcto de la crítica frente a los errores y desviaciones, así como su correspondiente autocrítica cuando les sean señaladas sus fallas.
J.- Utilizar el método y estilo de dirección revolucionaria en todos sus actos.

Artículo 6.- Son derechos de las y los militantes:

A.- Participar en la vida de su célula y del movimiento. Aportar en el análisis y discusión de los problemas y tareas que los organismos correspondientes sometan a su consideración, así como participar en la discusión para el enriquecimiento de la línea política y de los programas de acción del movimiento.
B.- Libertad para opinar, proponer, sugerir, votar, elegir y ser elegido dentro de las instancias del movimiento, y derecho a que dichas acciones sean tomadas en cuenta.
C.- Criticar constructivamente a sus compañeras y compañeros, y comunicar los errores y desviaciones que observe en el desarrollo de cualquier tarea, en el seno de las reuniones de su organismo de base o coordinación.
D.- Recibir por parte de la asamblea y/o secretariado local, regional y nacional información política y sobre las gestiones y resultados del trabajo, sin violar las normas de compartimentación.
E.- Elegir y ser elegida o elegido a cargos de responsabilidad previa discusión en cuanto a los méritos y actuaciones personales para su desempeño, o ser designada o designado en la realización de diversas tareas y actividades
F.- Recibir los estímulos políticos o morales del movimiento que se conquisten basándose en abnegación, espíritu de sacrificio, compañerismo y lucha.
G.- Recibir la solidaridad y requerirla para quien en su concepto la necesite por cualquier circunstancia que a juicio del movimiento lo amerite.
H.- Exigir su participación personal cuando se trate de tomar decisiones sobre su propia actuación y conducta.
I.- Ser escuchada o escuchado y exigir respuesta coherente ante cualquier planteamiento que formule.

CAPITULO IV. De la Estructura Orgánica.

Artículo 7.- Unidad Básica: El MRT es una estructura abierta, su unidad básica es la célula, conformada entre 5 y 9 militantes voluntarias y/o voluntarios, de su seno se escogerá una secretaría política o un secretario político por cada célula, y una o un suplente.

Artículo 8.- Para el trámite de las orientaciones de los organismos locales, parroquiales, regionales y nacionales, de las inquietudes y propuestas de la militancia y para coordinar la ejecución y el balance de los planes y tareas, se establecen los siguientes organismos y mecanismos intermedios de dirección:

A.- Constitución de células tupamaras como organismo de base, con una secretaria política o un secretario político, y una o un suplente quien suplirá las ausencias de la o del principal. Estas células deben constituirse en todos los ámbitos y lugares del país, podrán existir células Tupamaro sin límite alguno de número o cantidad por localidad y/o ámbito.
B.- Se conformará una coordinación técnica local, parroquial y/o municipal de todas las células tupamaras existentes por intermedio de las secretarias políticas y/o los secretarios políticos de cada célula, quienes constituirán los secretariados políticos locales, parroquiales y/o municipales.
C.- De cada coordinación técnica local, parroquial y/o municipal se escogerán dos voceras y/o voceros que conformarán la coordinación técnica regional.
D.- La coordinación técnica regional dirigirá todas las actividades, ésta funcionará como organismo colegiado. Elaborará los planes de trabajo en conjunto con todas las células Tupamaro existentes, tomando en cuenta los planes propios de la región en primera medida, los cuales deberán integrarse con los planes de orientaciones nacionales. La coordinación técnica regional analiza la situación regional y hace estudios y propuestas de oren político, económico y social para la región.
E.- Se conformará una coordinación técnica nacional que será constituida por dos voceras y/o voceros electos por cada región o estado. Esta coordinación técnica nacional elaborará planes de trabajo en conjunto con todas las regiones. Analizará la situación nacional, haciendo estudios y propuestas de orden político, económico y social para el país. Dictará la táctica y estrategia a seguir de acuerdo a la coyuntura, abriendo un amplio debate en todas las instancias y buscando el consenso de todos los militantes.
F.- Los encuentros, asambleas y plenos podrán ser convocados a nivel local, parroquial, municipal, regional y nacional por sus respectivas coordinaciones técnicas. Los encuentros servirán para la formación política e ideológica.

CAPITULO V. De las Finanzas.

Artículo 9.- El financiamiento del M.R.T. será responsabilidad en primera instancia de las células Tupamaro, sobre la base de planes conjuntos en los cuales los militantes y organismos regionales y nacionales desarrollarán tareas en esa dirección.

Artículo 10.- El uso de los recursos del movimiento se debe hacer con criterios proletarios, se debe establecer el presupuesto y llevar un permanente control a cargo de las instancias correspondientes de dirección del movimiento.

Artículo 11.- Las finanzas se constituyen por donaciones de instituciones privadas, públicas, individuales que se ajusten a lo establecido en la Ley de Partidos Políticos y los diezmos de la militancia o cualquier acto lícito que el movimiento realice por esta finalidad.

CAPITULO VI. De la Disciplina

Artículo 12.- Para asegurar la unidad y la cohesión, la eficacia en todos los aspectos, la compartimentación y la responsabilidad de los militantes en todos sus niveles, son indispensables normas disciplinarias de obligatorio cumplimiento, trátese de miembros de base o de coordinación local, parroquial, municipal, regional y/o nacional, y cuyas violaciones justifican sanciones y correctivos dentro del escalón correspondiente y de acuerdo a la gravedad de la falta. Las instancias de coordinación instruirán las correspondientes medidas que preserven la seguridad en el trabajo.

Artículo 13.- La disciplina en el MRT es firme y seria como condición esencial que garantice su existencia como organización abierta, y es consciente para asegurar la unidad política y alcanzar una formación integral del colectivo en los principios y métodos revolucionarios para el logro de los objetivos estratégicos.

Artículo 14.- Las faltas contra la disciplina del MRT que deben ser sancionadas de acuerdo con su gravedad, serán:
Mentir, faltar a la sinceridad y honestidad para con el movimiento, incurrir en calumnias e incumplir las determinaciones del movimiento, revelar lo reservado y violar las normas de la vida interna del movimiento que perjudiquen al movimiento ante el pueblo.
La realización de actividades fraccionalistas; la malversación de fondos del movimiento, la embriaguez habitual y la toxicomanía, el robo al movimiento.
Mantener actitudes revisionistas, auspiciar el corrillo, la maledicencia, la intriga, el personalismo y/o el caudillismo.

Artículo 15.- Las sanciones disciplinarias aplicables a un miembro del Movimiento Revolucionario Tupamaro son las siguientes:
Advertencia o censura interna.
Presentación de un trabajo de investigación y autocrítica de utilidad para la célula, la comunidad y el Movimiento.
Separación de la responsabilidad que ocupa
Separación temporal de las filas del movimiento.
Expulsión del movimiento.

Artículo 16.- Ante de imponer las medidas disciplinarias los organismos deben darle a los afectados la oportunidad de hacer sus descargos, si el militante no hace uso de ese derecho, el movimiento podrá también aplicar la sanción correspondiente aún en su ausencia.

Artículo 17.- Los militantes o los organismos que consideran injustas las medidas disciplinarias que hubieran sido aplicadas, puedan pedir su reconsideración o apelar ante la coordinación técnica local, parroquial, municipal, regional y/o nacional.

Artículo 18.- La colaboración voluntaria con el enemigo y la traición son delitos contra el movimiento, que luego de una investigación muy seria se deben tratar conforme al estatuto.

El presente estatuto es válido para todos los y todas las militantes del movimiento y para todas las instancias de coordinación, su reforma corresponde a un plan nacional.

LA HEGEMONIA SE CONSTRUYE EN EL BARRIO
AL PASADO NO REGRESAREMOS JAMAS
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO TUPAMARO




Aprobados en la asamblea general de militantes

EN TORNO AL PARTIDO REVOLUCIONARIO


El movimiento revolucionario venezolano aún cuando en los actuales momentos se encuentra bastante débil, disperso, tiene en sus manos la imperiosa necesidad de reorganizar las fuerzas que harán posible la profundización del proceso revolucionario, así como también dirigir su accionar hacia la construcción del partido de la revolución venezolana.
Cuando hablamos de reorganizar las fuerzas, lo hacemos tomando como punto de partida las derrotas sufridas a través de largos años de lucha, aunque no es nuestra intención hacer un análisis pormenorizado de las causas que generaron esa primera derrota, sino, por el contrario, que la misma sirva de enseñanza como experiencia no sólo de la lucha liberada nacionalmente, de igual manera en el plano internacional.
Trataremos en este trabajo de hacer una síntesis de un problema trascendental para la vida política, la clase obrera, los revolucionarios y explotados en general, nos referimos al Partido Revolucionario, sobre este tema se han escrito diversas tesis, ideas, razonamientos, los elementos que deben ser indispensables para su existencia, partiendo siempre de la ayuda del marxismo, pero lamentablemente a pesar de los esfuerzos hechos por los revolucionarios, no está presente en la realidad venezolana, o sea, que no existe ese partido. Por ello es inevitable continuar remachando sobre él y sus características fundamentales.
“El partido político de la clase obrera…señala Gramsci…se justifica en su existencia sólo en cuanto que concentrado y coordinando fuertemente la acción proletaria, opone un poder revolucionario de hecho al poder legal del Estado burgués y limita la libertad de iniciativa y de maniobra de este último, si el partido se revela como un mero organismo burocrático, sin alma y sin voluntad, la clase obrera instintivamente tiende a constituirse en otro partido y desplaza hacia las tendencias anarquistas que precisamente y ásperamente critican el centralismo y el funcionalismo de los partidos políticos”.
Frente a esta realidad, a las organizaciones revolucionarias en general, fundamentadas en los planteamientos marxistas, se nos presenta en la actualidad una tarea urgente, existe la imperiosa necesidad de realizar una ardua y difícil labor práctica y teórica para construir, formar y estructurar un verdadero partido proletario y dirigir una política revolucionaria justa, formas de lucha y organización con métodos y estilos de dirección que nos lleve a la total destrucción del Estado burgués y la instauración de una sociedad más participativa, humanista y revolucionaria.
Atravesamos caminos llenos de dificultades, pero al final, vencerá la política más coherente del movimiento revolucionario, hoy disperso, que será aquella que en su contenido y práctica, tenga como meta inmediata la formación político-ideológica del pueblo.
Lenin, apunta en su trabajo sobre el partido proletario revolucionario lo siguiente:
“La verdadera lucha, es decir, la lucha de masas por la libertad, ha pasado y pasará siempre por las más diversas y a menudo etapas. No puede ser de otra manera, a causa de la inmensa dificultad de la lucha, la complejidad de sus tareas y composición variable de aquellos que están luchando”.
En el escenario que hoy vivimos, se comprueba esa verdad, pero no hay que temer a las dificultades que inevitablemente se presenten, todo lo contrario, asimilarlas, estudiarlas, para darle una salida revolucionaria, debe ser el papel de los hombres que consagran su vida a la lucha por una sociedad más justa.
Sin teoría revolucionaria no puede haber tampoco movimiento revolucionario. Lenin.
Es necesario insistir en lo que representa la teoría marxista, su importancia y que el pueblo explotado la haga suya y la transforme en acción, el marxismo es una ordenada concepción del mundo, la más científica, dialéctica y revolucionaria que existe hasta nuestros días. Igualmente podemos afirmar que es la teoría única revolucionaria de clase dentro del contexto de la lucha de clases, además sienta las bases para que la humanidad construya un porvenir donde reine la justicia social, la igualdad, el equilibrio ecológico, en síntesis, la felicidad.
La teoría marxista sirve exclusivamente al proletariado y resto de los explotados en la lucha contra el capitalismo, el imperio, como fase superior y todo sistema de explotación del hombre por el hombre, contra todo tipo de injusticia social.
El marxismo señala Lenin, “se diferencia de las demás teorías socialistas por la magistral unión del pleno rigor científico en el análisis de la situación objetiva, del curso objetivo de la revolución con el reconocimiento más decidido, de la importancia de la energía y la creación revolucionaria de las masas, así como evidentemente de las personalidades, grupos, organizaciones y partidos capaces de encontrar y realizar la vinculación de una u otras clases”.
Agrega Lenin “el marxismo se asigna como tarea, el revelar todas las formas y antagonismo y explotación en la sociedad contemporánea, seguir su evolución, demostrar su carácter transitorio, la inestabilidad de su transformación en otra forma y ayudar así al proletariado a poner fin, lo más rápido y fácilmente posible a toda explotación”.
Nada más justo que para emitir un criterio con relación a Marx y su obra hallamos tomado algunas palabras de los escritos de Lenin, quien ha sido uno de los mas fieles exponentes en la teoría como en la práctica en su verdadero desarrollo científico, dialéctico y revolucionario del marxismo.
Lenin señala Gramsci es el frío estudioso de la realidad histórica que tiende a constituir orgánicamente una nueva sociedad sobre bases sólidas y permanentes, según los dictámenes de la concepción marxista, es el revolucionario que construye sin hacerse ilusiones frenéticas, obedeciendo a la razón y a la prudencia.
El partido revolucionario, requiere indispensablemente de la teoría marxista como única arma ideológica, científica y dialéctica que le garantiza realizar una acción con gran acierto y organizar, educar y conducir al proletariado hacia el triunfo revolucionario.
Qué enseña el marxismo a los revolucionarios:
a) Enseña a comprender que no es un dogma que tiene elaborado todos los procedimientos, formas y métodos donde deben recurrir el partido, el proletariado, los revolucionarios, en la lucha por la transformación social, enseña que es la teoría general revolucionaria de la sociedad y en su contexto estructural no posee mecánicamente los elementos de cada lugar concreto para que sea aplicado y se logren los objetivos planteados por los revolucionarios, pero si posee los elementos indispensables como instrumento teórico e ideológico para hacer los análisis concretos de cada situación concreta, que permite al partido realizar una acción realmente revolucionaria y transformadora, una vía irrefutable para la acción revolucionaria. Al lado de ello nos permite hacer un análisis acertado de la situación internacional en cada fase de su desarrollo, rechazando la importación mecánica de los análisis elaborados en otros contextos.
b) Enseña que para actuar revolucionariamente es indispensable comprender la realidad, o sea, desarrollar una conciencia científica dialéctica y revolucionaria del mundo y de cada objetividad completa, pero igualmente, para lograr esa conciencia debe actuarse sobre la realidad, es decir, se puede sintetizar de la siguiente manera
Aprender a interpretar para transformar, pero al mismo tiempo es importante transformar (actuar en realidad), para interpretar (comprender la realidad, formarse, conciencia de ella)
No solo es necesario comprender la realidad venezolana y sacar como conclusión que existe la necesidad de la revolución, sino que debe actuarse, sobre la realidad existente, de manera que la necesidad se convierta en realidad.
c) Enseña al partido a desarrollar una concepción política revolucionaria, sin la cual caería en un estado de permanente indecisión frente a los hechos realmente importantes y complejos de la realidad. Así como hacer un análisis mas acabado de la lucha de clases, de las relaciones entre las clases, correlación de fuerzas entre las clases (nacional e internacional), de las contradicciones y su grado de desarrollo, porque brinda al partido el excelente instrumento de la dialéctica.
d) Enseña al partido a trazarse una táctica y una estrategia revolucionaria acertada de acuerdo con la realidad objetiva, tanto nacional como internacional, valorando todos los elementos intrínsicos en el desarrollo de una política revolucionaria.
Enseña al partido a adaptarse a las condiciones reales de cualquier situación, con un sistema de organización que corresponda a la clase y a la lucha que se libra, que garantice la existencia del partido en forma exitosa en cualquier circunstancia que se presente.
“El partido señala Lukacs, tiene que representar la más alta posibilidad objetiva de la acción proletaria”. Pero la condición necesaria de esto es la comprensión teorética (de teorema, enunciado de una proposición o de una propiedad que se demuestra por un razonamiento lógico a partir de hechos dados o de hipótesis, G.C.) adecuada. La organización oportunista presenta menor sensibilidad que la organización revolucionaria para con las consecuencias de una teoría falsa, precisamente la primera es una reunión más o menos laxa (floja) de elementos heterogéneos en acciones puramente ocasionales, porque sus acciones son mas bien efectos de los movimientos inconscientes y ya inevitables de las masas, en vez de ser el partido el que realmente dirija estos, y porque la conexión organizativa es esencialmente una jerarquía de dirigentes y funcionarios fijada por una división del trabajo mecánica y fija.
f) Enseña que debe existir una verdadera unidad y correspondencia entre la teoría y la práctica revolucionaria, y que para ello es imprescindible que exista un partido revolucionario que organice, eduque y dirija al proletariado y al resto del pueblo en la lucha por la toma del poder.
Cuando la práctica no se desarrolla guiada por la teoría puede generar en oportunismo o aventurerismo, cuando la teoría se desvincula de la práctica se corrompe y se convierte en dogmatismo o revisionismo. El partido revolucionario es la síntesis de la teoría y la práctica, esto será siempre así y no de otra manera mientras exista la lucha de clases.
g) Enseña que el partido realizando una lucha política revolucionaria justa dentro del pueblo convierte a este en un verdadero movimiento clasista.
h) Dota al partido de un verdadero y revolucionario espíritu internacionalista, desarrollando de una manera objetiva y práctica la solidaridad internacional. Así como, desenmascarando de una manera clara y revolucionaria, las desviaciones que se presenten en el movimiento revolucionario internacional, como también en el escenario nacional donde se desarrollo una lucha revolucionaria y esté siendo deformada, confundida y retrasada por tendencias con marcado contenido revisionista y reformista. Evidentemente el marxismo es irreconciliable con cualquier teoría que se disfrace para tratar de engañar al pueblo, como el revisionismo, oportunismo, anarquismo, etc.
i) Enseña que las contradicciones en el campo revolucionario no pueden tratarse sino revolucionariamente. En fin, son muchas las cuestiones que enseña la teoría marxista para que pueda existir como tal, estas son las más importantes para que los revolucionarios puedan cumplir su misión histórica de hacer la revolución.
El problema de la organización es evidentemente quizás uno de los más importantes que afectan a la vanguardia, y esto por cuanto en el mismo se conjugan toda una serie de elementos que mientras no sean atendidos con prontitud revolucionaria, así como con espíritu crítico de superación, estos continuarán estancando el desarrollo de la lucha en nuestro país. Esto es, por cuanto, se habla de organizar al pueblo para garantizar el desarrollo y profundización del proceso revolucionario, pero no hacemos el esfuerzo para comprender las leyes que rigen a la sociedad en su conjunto, sus contradicciones, sus formas de manifestarse, etc.
En ese sentido nos proponemos emitir algunas opiniones que consideramos deben contribuir a la elaboración de una política más acabada en torno al problema de la organización.
Es necesario entender con suficiente claridad que un verdadero partido revolucionario es aquel que logra establecer un vínculo efectivo con la clase y con el pueblo en general. En tal sentido la organización del partido viene a representar el vínculo de unión entre la teoría y la práctica, entre la conciencia y la lucha de clases.
De la misma forma que los partidos burgueses representan de una manera sintetizada el modelo organizativo del Estado burgués, donde a rasgos generales podríamos señalar, que las relaciones existentes en los mismos se dan basándose como diría Lukacs…”en una división del trabajo más exacta y mecanizada, en el burocratismo, en la detallada estimación y distinción de derechos y deberes, donde los miembros no tienen que ver con la organización mas que con la parte abstracta de su existencia, y que ellos mismos objetivan esa abstracta vinculación en la forma de derechos y deberes bien distinguidos”, es decir, que la participación del resto de los movimientos se da sobre la base de testigos oculares de los acontecimiento, interviniendo más o menos en hechos de un modo ocasional y siempre que obedezca a una orden emanada por un sector activo del partido, es decir, del caudillo, dándole mayor importancia a la actividad que pueda cumplir un individuo o núcleo dirigente, relegando a un nivel inferior, la importancia del pueblo, considerándola incapaz de reaccionar ante los acontecimientos, donde el individuo no tiene otra representación más que la del peregrino en pos del líder, de un objeto sin posibilidades de superación, sin más bien de estancamiento.
De allí, que podemos notar las profundas diferencias existentes entre el partido revolucionario y los partidos antes descritos, por cuanto el partido revolucionario no sólo representa una clase, sino al pueblo en general, representa su conciencia y su organización, representa el modelo de organización de la sociedad que queremos, donde tenemos todos la responsabilidad histórica de construir.
Un partido, puede autodenominarse del proletariado, incluso desarrollar acciones en nombre del pueblo, pero si no establece una estrecha relación con ese pueblo en su conjunto, y para ello no construye los mecanismos organizativos que le permitan establecer esa relación, lamentablemente se hunde en el vacío del aislamiento sectario. Tampoco significa, que un partido al pretender hacer ver que está al lado del pueblo se disuelva dentro de la legalidad burguesa, obviando las principales instancias organizativas del partido y subordinándolas al marco de las instituciones burguesas, limitándose a organizar las luchas que espontáneamente surjan del seno del pueblo, negando así su papel de vocero principal del proletariado, por cuanto sus acciones son puramente ocasionales, son más bien producto de los movimientos inconscientes y ya inevitables del pueblo.
Como señalábamos anteriormente, el movimiento revolucionario venezolano se encuentra atravesando por una profunda crisis donde las definiciones teórico-práctico permite ir deslindando los campos, ubicándose así las diferentes concepciones en determinadas áreas de influencias, algunas dentro del reformismo, otras dentro del neo-reformismo, otras en la derecha y las más reducidas que aún conservan una indoblegable actitud revolucionaria, y es precisamente con el desarrollo de las contradicciones, cuando estas sobrepasan la capacidad de maniobra del Estado burgués y éste hace sentir todo el peso de su influencia mediática y represiva, ejerciendo así todo un conjunto de presiones sobre la población y los grupos revolucionarios. Nosotros no negamos la existencia de esta crisis, tampoco pretendemos esconderla bajo un supuesto aparente auge y recuperación en los actuales momentos del movimiento revolucionario, utilizando para ello algunas movilizaciones espontáneas del pueblo, afirmamos sí, que marchamos hacia un período de recuperación de fuerzas para el movimiento popular y revolucionario.
El Movimiento Revolucionario Tupamaro nace del seno de esta crisis, producto de la pérdida de confianza en los postulados teóricos y políticos de las distintas organizaciones existentes en la actualidad, las mismas tienden cada día a separarse más de las luchas revolucionarias y acercarse a las luchas parlamentarias dentro de las instituciones burguesas. No decimos que tenemos la verdad absoluta, tampoco pretendemos presentarnos como los auténticos revolucionarios, creemos sí, que el partido revolucionario se logrará construir a partir de la fusión de las diferentes tendencias revolucionarias que manifiesten las mismas bases programáticas, como también la combinación de las formas de lucha y organización y su vinculación con el pueblo.
Podemos señalar que la unidad se dará principalmente sobre la base de los principios, sobre la base de la fidelidad y el respeto en la práctica de los principios ideológicos del marxismo y del internacionalismo proletario, sobre la base de la lucha común y consecuente contra la burguesía y el imperio. Toda unión y compromiso sin principios, están preñadas de peligrosas consecuencias.
El partido revolucionario, nacerá de la fusión de las tendencias proletarias, la ideología que lo guía y por la política que desarrolle al lado de los explotados.
Para que en las condiciones concretas de nuestro país el partido revolucionario logre arrebatar la conducción del movimiento y su profundización es indispensable que en lo interno exista una fuerte cohesión y disciplina.
El partido debe prefigurar en su interior la sociedad que buscamos construir y deberá ser un intelectual colectivo, donde todos sus hombres y mujeres trabajen en armonía y con amplia democracia interna, donde el desarrollo del pensamiento creador y la iniciativa revolucionaria en la aplicación y las decisiones en las condiciones concretas sean respetadas, el continuo reforzamiento del trabajo colectivo de todos los voceros, plenos y congresos para cuestiones fundamentales sean discutidos ampliamente. La vigilancia, es la aplicación de la línea, el arraigo del método del debate, de la crítica y la auto-crítica, eliminando así la peligrosa práctica del culto a la personalidad, el cual conduce al menoscabo del papel del partido como destacamento de vanguardia.
Una de las principales tareas del partido revolucionario, es penetrar profundamente en el seno del pueblo, hacerlas tomar conciencia, unirlas, organizarlas y guiarlas en la lucha. Si el partido se divorcia de las masas, no podrá realizar su misión y a él le esperan fracasos.
El partido debe instrumentar formas de lucha y organización que nazcan de un análisis tanto de la situación internacional como de la nacional, hacer un análisis acertado de la coyuntura para así aplicar la táctica en combinación con los objetivos estratégicos que se persiguen, por ello, para definir una política revolucionaria debe enunciarse algunas características del proyecto que tenemos planteado para la transformación de la sociedad, nosotros nos inscribimos como una tendencia que busca puntos de coincidencia para el accionar práctico, entendemos que este accionar deberá darse sobre programas, organización y lucha, etc..
Nuestra táctica se inscribe en estos momentos en insertarnos en el seno del pueblo y fundamentalmente del sector obrero, llevar la educación política a su seno, promoviendo formas organizativas donde impulsaremos las asambleas obreras como máximo poder de decisión y que sean estas las que elijan a sus propios voceros, insertar dentro del pueblo con los medios que disponemos la conciencia clasista y las ideas revolucionarias. Entendemos que esta labor es difícil, pero estamos conscientes que no es a través de una práctica economicista o sindicalista como la clase obrera adquiere conciencia de clase, sino a través de una labor política consecuentemente revolucionaria, estrechamente ligada a ella, que estimule la confianza en su capacidad de combate, las eduque y organice, como también mantenerlas informadas y movilizarlas, alternando con una fase de consulta hacia ella.
A nivel estudiantil nuestra tarea se inscribe de igual manera en el desarrollo de las asambleas estudiantiles quienes elegirán a sus voceros como delegados de curso, el mayor poder de decisión estará en las asambleas, llevar las ideas revolucionarias a su seno, estrechar los lazos del estudiantado con los demás sectores explotados.
En este momento se plantea la necesidad de crear un fuerte movimiento estudiantil que de un vuelco a las anteriores luchas que se han venido escenificando y que han conducido al desgaste de fuerzas y a su total aislamiento de los demás sectores explotados.
Nuestro trabajo a nivel del campesinado y los sectores marginados del proceso productivo tiene como objetivo desarrollar formas organizativas naturales donde se haga el acento fundamental en la organización por la base, donde el campesinado como los sectores comunales a través de sus asambleas no sólo elijan a sus propios voceros, sino que todo el poder de decisión recaiga en asambleas, asumiendo el papel participativo y protagónico expresado abiertamente en la misma Constitución.
A pesar de los esfuerzos hechos por el actual gobierno, la situación del pueblo ha sufrido un marcado deterioro producto de toda una campaña diseminada en los centros de poder, donde planificaron y desarrollaron un golpe de Estado, todo un paro económico para buscar desestabilizar el gobierno y que aún continúan en su afán de destrucción y caos, contando con la participación abierta del Departamento de Estado norteamericano y la propia CIA, pero también con otros organismos de inteligencia del mundo. A pesar de ellos, nuestro pueblo ha demostrado un espíritu de lucha y de combate que ha impresionado al mundo entero; nuestro pueblo ha derrotado en varias oportunidades a estos organismos de inteligencia con todo el poder que poseen y están dispuestos a continuar el combate por lograr su total liberación, esto indudablemente no lo han entendido muchos seudo/revolucionarios que se han enquistado dentro del gobierno y que buscando secuestrar al movimiento popular creando falsas ilusiones y buscando comprarlos con migajas del botín que descaradamente han venido usurpando, sus hechos de corrupción tampoco pasarán desapercibidos por el pueblo y la vanguardia revolucionaria preparadas desde ya para dar una respuesta político ideológica y desterrar de nuestro seno estos vicios propios del Estado burgués, la revolución internamente comenzará a tomar cuerpo en la medida en que derrotemos todas las pretensiones desestabilizadoras del gran capital nacional e internacional.

NUESTRA TACTICA ELECTORAL

En el período actual, al analizar la situación internacional y nacional, correlación de fuerzas, formas de lucha y organización, grado de conciencia de nuestro pueblo; lo que políticamente definimos como análisis de la coyuntura, debemos precisar con claridad, la táctica que debemos asumir en el terreno electoral.
Señalar en estos momentos que el pueblo ya asumió una conducta política, y puede entender el proceso de profundización de la lucha revolucionaria, es cometer un error en el análisis, si bien nuestro pueblo viene librando importantes batallas, aún no ha asumido la conciencia de clases que las lleve a la conquista del poder, justo es decir sobre la existencia de un gobierno que marcha por un camino progresista, pero que aún no tiene el poder en sus manos, sin embargo, los pasos para lograr dicho objetivo debemos entenderlo como un proceso largo y constante, los revolucionarios debemos asumir las posiciones de poder para ponerlas luego en posesión del pueblo, por tanto su organización es una de las tareas fundamentales y con gallardía asumiremos la siguiente unidad de tareas fundamentales:
- La profundización del proceso revolucionario a través del desarrollo de la conciencia, lucha de clases.
- Organización del pueblo en los sectores sociales, vecinales, comunales, estudiantiles, productivos, económicos.
- Participación electoral producto de aún no haber derrotado a las fuerzas opositoras, donde las mismas continúan su avance en función de conquistar nuevamente el gobierno.

En la actualidad los sectores fascistas continúan en su política golpista y para ello cuentan con todo el poder del gobierno norteamericano dirigido por Bush, el saliente gobierno de Aznar, vinculado a la reaccionaria burguesía colombiana y su exponente Álvaro Uribe, encargado de aplicar el Plan Colombia en nuestro país. Esta unión reaccionaria pretende acabar con un proceso revolucionario aún naciente, contando en lo interno con sectores poderosos como los medios de comunicación venezolanos y una burguesía rastrera dispuesta a jugarse su último cartucho, vienen desarrollando toda una campaña por un referéndum revocatorio contra el actual presidente constitucional de Venezuela en la que ellos mismo no creen, todo el poder alienante y enajenante lo han puesto en esta consigna, pero en el fondo están preparando todo el escenario para el asalto al gobierno.
Contra los grupos revolucionarios, estos sectores vienen haciendo toda una denuncia en organismos internacionales, buscando la calificación de terrorista de los mismos y de ello ya tenemos información, buscan que al Movimiento Revolucionario Tupamaro y otros grupos sean declarados por los servicios de inteligencia como terroristas para justificar una incursión en nuestro país y ello no podemos permitirlo, las estrategias del enemigo deben ser desenmascarados, de allí que la táctica debe corresponderse con el análisis de la coyuntura que hoy vivimos.
No creemos en la participación electoral, por participar, y mucho menos dentro de un carnaval que no eduque y organice al pueblo en función de seguir conquistando posiciones de poder, nuestra participación debe estar comprometida con la profundización del proceso revolucionario, y para ello se necesita una vanguardia esclarecida, muchos camaradas han abrazado la idea de participar en las elecciones, pero no están claros con el para qué?, en los propios intercambio de comunicación hemos encontrado desviaciones reformistas en la propuestas; alcanzar posiciones de poder señalan algunos camaradas, sin embargo, carentes de un análisis científico y riguroso, el problema no está en el cambiar de hombres, o sea, cambiar para que nada cambie, se trata de un proyecto político en función de un pueblo, se trata de trasladar el poder a manos del pueblo y esto no es tarea de un hombre, esta es tarea de una vanguardia esclarecida que pueda entender el momento político que vivimos y lograr la transformación necesaria.
En la actualidad, contamos con valiosos camaradas ganados para la tarea diaria, luchadores dignos que han arriesgado su vida en momentos difíciles, pero carentes de la ideología proletaria, de visión política acertada, de análisis coherente de la coyuntura y esto es una de nuestras mayores debilidades que debemos aceptar para poder lograr avanzar en el terreno pisado, justo es señalar la importancia del partido como intelectual colectivo para poder incorporar la táctica trazada, el camarada que logre posesionarse de cuotas de gobierno, debe subordinarse al partido, que trazará las líneas a seguir en sus actuaciones, nunca, jamás podremos lograr aceptar la actuación individual de cualquier camarada, ya que es el Movimiento Revolucionario Tupamaro, quién marcará la línea a seguir y este debe ser el compromiso asumido con disciplina revolucionaria.
Debe reglamentarse toda actuación de los camaradas que salgan electos por votación popular, lo que está en juego no es el prestigio del Movimiento Revolucionario Tupamaro y de todos sus hombres, es la credibilidad política, el programa proletario de acción revolucionaria, los planes y proyectos vinculados en torno al pueblo y la construcción del socialismo revolucionario, es por ello que nuestra elección debe ser sometida a un compromiso real de los hombres con el movimiento, no hay cabida para el protagonismo vacío, el pragmatismo, caudillismo, prepotencia, la decisión del movimiento en su conjunto y no de individualidades, nuestra escogencia debe ser buscando a los mejores, los más comprometidos, disciplinados y que acaten la línea con humildad y transparencia, este es el tipo de camaradas que requerimos en los actuales momentos donde se juega el futuro del país, luchar contra el burocratismo, el arribismo, la prepotencia, es parte fundamental de nuestra práctica diaria al lado de los explotados.
La ruta a desarrollar, requiere de un profundo diálogo transparente, pero debemos imprimirle fortaleza en lo político-ideológico, de compromiso revolucionario sin actitudes egoístas y sectarias, debemos abarcar una gran amplitud, sin dejar de lado los principios, la ética y moral revolucionaria; abandonar las posiciones reformistas dentro de nuestro seno, marchemos pues al encuentro con la patria nueva, la de los hombres esclarecidos que prefiguren la sociedad por la cual hemos luchado durante años.

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO TUPAMARO

MANIFIESTO DEL MRT

MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO TUPAMARO
AL PUEBLO EN GENERAL

1.- Desde Diciembre de 1.999 la oligarquía ha desatado en componenda con la CTV, FEDECAMARAS, Medios de Comunicación, parte de la cúpula eclesiástica y partidos del status una agresión permanente contra la clase trabajadora y el pueblo en general. Desarrollan una ofensiva simultánea en el terreno ideológico, parlamentario, judicial, terrorista, sin importarles violentar la legalidad.

2.- La ofensiva de los explotadores (nacionales y extranjeros) hoy entra en una nueva fase. El imperio, el gobierno español de Aznar, las mafias cubano-batisteras, las empresas petroleras y la reacción interna, se han unido para iniciar una cruzada terrorista contra los trabajadores y el pueblo en general.

3.- La alianza de los intereses creados -grandes terrófagos, industriales, comerciantes, banqueros, parte de la Iglesia burócrata- han desatado la estrategia de socavar las bases de apoyo al Gobierno Bolivariano. El derrocamiento del Presidente, la campaña de represión orquestada y el terrorismo físico a través de explosivos (aproximadamente 13 en todo el país, aparte de los asesinatos de militantes comprometidos) y el mediático son los elementos que utilizan para recuperar el control total del Estado y asumir la dirección de un gobierno “transitorio”.

George W. Bush, hijo (presidente de Estados Unidos) sabe que en Venezuela puede actuar directamente, como lo hizo en Irak, sin importarle las consecuencias internacionales, no intervienen, porque para ellos hasta los momentos, las 7 elecciones ganadas por el Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, representan el aval democrático de nuestro gobierno ante el mundo. Lo hace a través de las fuerzas reaccionarias internas, AD, COPEI, Primero Justicia, Bandera Roja, Causa R, el MAS, la CTV a través AFL-CIOSL (Comité Internacional de Obreros y Sindicatos Libres) organismo laboral de la CIA (Central de Inteligencia Americana) creando condiciones para minar la situación político-social del país; tratan de ahogar nuestra economía sometiéndola al control del FMI, BM, restringir las importaciones, controlar nuestras exportaciones, para por esta vía, provocar alzas de precios, desmejorar los salarios, instrumentar el caos hasta perder las prerrogativas (justicia social) obtenidas en los cuatro años de democracia participativa.

En definitiva, mediante estas acciones pretenden generar temor, desorganizar a los hombres y mujeres comprometidos con el cambio, profundizar el desabastecimiento e imponer su política fascista, instrumento de dominación en contra de los intereses de la población en general.

4.- Esta ofensiva se circunscribe igualmente en el parlamento, en relación a desaprobar leyes, imponer la reforma constitucional y el proceso revocatorio. Lo que está en disputa entre Parlamento y Ejecutivo es el control del aparato estatal en su conjunto, y del Gobierno en particular. Lo que está en disputa, según nuestro criterio, es quién gobierna a Venezuela. Los políticos de vieja calaña y la clase media enriquecida en componenda con la dirigencia paracaidista ubicada en cargos estratégicos, esperan realizar acuerdos parlamentarios re-institucionalizando el país, formulando la solapada propuesta de una salida, Chavismo sin Chávez. Por otro lado, las verdaderas fuerzas revolucionarias, con un mismo fin, dispersas, atomizadas por un conjunto de diferencias estériles que nos impiden consolidar objetivos estratégicos - tácticos, tan necesario hoy en la presente coyuntura.

El fascismo, conoce nuestra debilidad y por eso permanentemente hace mediciones de las fuerzas con que contamos, intenta probar cuál es el grado de conciencia, movilización, organización y capacidad de lucha de los trabajadores y su vanguardia en la ciudad y el campo. Medir la energía revolucionaria, en definitiva, para en el momento oportuno lanzar nuevamente la ofensiva como en abril pasado.

Conociendo nuestras debilidades, la reacción venezolana, definida como Coordinadora Democrática, buscará permanentemente “crisis de gobernabilidad”, como ellos la definen. ¿Para qué?, es la pregunta que nos hacemos. ¿Será la aplicación táctica doble de la negociación y el golpe de Estado utilizadas tantas veces por los aparatos de inteligencia norteamericano en América Latina? Hoy, serán las Leyes Habilitantes, la mesa de negociación con sus 19 puntos para imponer el referendo revocatorio, la reforma constitucional; ya el Washington Post, dejó en claro la estrategia política del Gobierno Norteamericano con respecto a Venezuela, para diciembre el fin de un “conflictivo régimen”. Mañana será el desprestigio de Carneiro, Baduel, o cualquier Ministro, denuncias de apoyo al terrorismo internacional, tráfico de drogas, asesinato de cuadros, persecución política de los movimientos revolucionarios y del pueblo patriota, hasta llegar a declarar in-constitucional o loco al ciudadano Presidente. Desarrollarán tantas crisis políticas como le sean posibles. ¿No la observamos en Chile de los 70, en Nicaragua y el Salvador de los 80 y durante más de 40 años en la Cuba de ejemplos revolucionario? Para luego, dar el zarpazo final, cuando la correlación de fuerzas le sea favorable, en ese momento, derrocarán al Gobierno.

5.- El denominado extinto Polo Patriótico, no respondió a la ofensiva en su momento oportuno; al contrario le dejó la iniciativa a la reacción y menos el Comando Político de la Revolución, designado en 2.001. Se ha mostrado incapaz como organismo por la falta de unificación de fuerzas, direccionalidad equivocada y sobre todo dispersión, en medio de una situación tan conflictiva como la vivida en abril del 2.002. No es política nuestra como movimiento, acceder en la problemática interna de las organizaciones, pero cuando esta afecta la participación democrática del pueblo, es necesario diagnosticar las fallas, para buscar correctivos. Los partidos PPT y Podemos, “siguen copando cargos y como van ocupando espacios…, ganando adeptos sobre todo entre las clases medias chavistas, como si fuera una secuencia preconcebida”.

“Para la relación política, el MVR pareciera haber decidido que sus interlocutores sean el MAS y AD, con quienes, esperan, adelantar acuerdos parlamentarios para re-institucionalizar el país. ¿De allí que siete de las 15 comisiones de la Asamblea sean dirigidas por legisladores opositores?”

Los camaradas se olvidan que la táctica no es retroceder, ni entregar posiciones mediante concesiones, aceptando, la propuesta imperialista de golpistas y negociadores. Se olvidan igualmente de la experiencia “vía chilena”; estamos reproduciendo aquellos viejos errores en Venezuela, cual video, a los cometidos en la nación del cono sur, razón tenía Carlos Marx, al expresar que “la historia una vez se repite como verdad y otra como fábula”. En las sedes de los partidos, más importante es discutir en reducidos cubículos, los cargos, que los acontecimientos del país. Unas elecciones internas transformada en problema público, cuando las tendencias manipularon, falsificaron y hasta desviaron actas para favorecer a uno u otro grupo, enfrentándose físicamente en El Poliedro de Caracas. Cuadros que hasta ayer, deambulaban por las calles, como cualquier militante de base; ocupan hoy altos cargos burocráticos, imponiendo criterios, realizando negociaciones cual vulgar cuarto republicano y lo insólito, tomando decisiones en nombre del colectivo.

En este cambio revolucionario para el pueblo, sino logramos homogenizar el accionar de las mujeres y hombres comprometidos, y no rompemos con las alternativas ficticias de la sociedad explotadora, nunca entenderemos nuestro rol fundamental en este proceso; reproduciremos el reformismo de la izquierda moderada, cuyo principio ideológico consiste en la manutención del viejo aparato estatal burgués, pero sometido a los rigores de la pequeña burguesía.

Esa pequeña burguesía realiza un conjunto de reformas y aplica una política parcial de cambios, pero excluye al pueblo, y lo mantiene como espectador, al margen del poder real. Con este tipo de aplicación política, la mayoría de nuestros trabajadores, nunca conquistará el poder. Desgraciadamente es lo que se aprecia: desmovilización del pueblo, supeditación al aparato y a los dirigentes por encima del poder democrático participativo, secuestro de toda decisión colectiva y fundamentalmente mover la maquinaria electoral “para cambiarlo todo sin cambiar nada”.

6.- Necesario romper con la irresponsabilidad política de fortalecerse haciendo alianzas con sectores nada favorables para cohesionar las fuerzas de la mayoría del pueblo. Imprescindible, retomar nuestra conducta revolucionaria, conquistar la mayoría del pueblo, construyendo el poder dual, participando en la organización de los poderes locales y no en alianzas con politiqueros profesionales, que no representan a nadie, secuestradores de la participación autónoma del colectivo, ubicados estratégicamente en los puestos de la revolución, con discursos revolucionarios, pero en la práctica, repudian a los hombres y mujeres del pueblo, atacan las iniciativas del Gobierno, se oponen a la ejecución de leyes que favorezcan a los trabajadores y con su conducta burocrática en vez de contribuir a aumentar las fuerzas organizativas del pueblo, las debilitan, al fortalecer las posiciones ideológicas de la burguesía. Los sucesos de Abril del 2.002 en Venezuela, al colectivo en general le quedaron como enseñanza, similares experiencias a la del pueblo argentino “porque la rebelión decembrina dejó un sedimento difícil de eliminar y les devolvió a los sectores populares la confianza en sus propias fuerzas. Una fuerza política alternativa se perfila en le horizonte”

7.- El pueblo en su lucha permanente contra los explotadores no tienen otro camino que la lucha de clases y la organización para profundizar el combate. Es allí, en las permanentes y cotidianas acciones donde se desarrollan, fortalecen, aumentan las fuerzas numéricas, se eleva el nivel ideológico, se adquiere la conciencia política, se homogeniza la energía revolucionaria acumulada en años de explotación; es en las marchas, tomas de carreteras, enfrentamientos contra los intereses dominantes, donde surgirá la claridad de los objetivos, la decisión del combate y la organización.

Lenin en 1.901, en un artículo denominado, ¿Por Dónde Empezar?, nos aclaraba, puntos como estos:

- Reconocer el “carácter de la lucha y sus métodos”.
- Resolver las “divergencias que revelan una lamentable inestabilidad y vacilación del pensamiento”.
- Las tendencias legalistas sólo buscan restringir “la organización y la agitación política”, es decir la desmovilización de los colectivos.
- “Las demandas del momento y las tareas fundamentales…del movimiento… (consiste) en formar un partido fuerte y organizado que tienda no sólo a arrancar concesiones aisladas; sino a conquistar políticas acertadas entre las masas”.

La solución de la problemática del pueblo trabajador, la solución de la violencia instrumentada por los dueños de los aparatos productivos, la penetración ideológica inculcada por los medios, el secuestro de la participación, no se encuentra en la comodidad de los pasillos y las butacas de los parlamentos regionales, nacional o municipal, en las oficinas, ni en las sedes de los partidos. La defensa de los intereses del colectivo, de los hombres y mujeres trabajadores no puede situarse principalmente en el aparato institucional. El Estado con las redes tejidas durante años de dominación no permite soluciones reformistas como las que estamos viviendo, es con una alternativa revolucionaria que una al pueblo y a toda la izquierda dispuesta a continuar en la profundización radical del proceso, lo que nos va a llevar a la democracia social. Sólo construyendo un programa que sintetice los intereses del pueblo, (los intereses de los explotados) acumule fuerzas a través del trabajo en equipo, del desprendimiento y la solidaridad para “la reunificación del Bloque Social Revolucionario con miras a profundizar el combate de los sectores explotados, enfrentando el sectarismo y la confusión”, lo que nos permitirá ubicarnos estratégicamente en el terreno ganado hasta hoy por los enemigos de clase.

Para cambiar la correlación de fuerzas existente, es necesario fortalecer: la alianza con todos los sectores afines al proceso, obrero-campesina, los sectores desposeídos con la pequeña burguesía no propietaria, adhesión a la burguesía pequeña y mediana. Para que estas alianzas tengan contenido revolucionario, los trabajadores explotados, deben dirigirla, y esta dirección de los trabajadores significa profundizar la lucha de clases, conducirla autónomamente en base a las experiencias adquiridas en forma concreta y no aceptar imposiciones de las concepciones provenientes de los aparatos secuestradores de participación, de las líneas programadas desde el status del poder, las provenientes desde las bancadas parlamentarias, tanto nacional como regionales, las propuestas desmovilizadoras de combates, aquellas que tratan de imponer un ritmo tipo Miquilena o tal vez la compra de conciencia, tan peligrosa como la reaccionaria. Dirección revolucionaria de lucha de clases significa impulsar, desarrollar, orientar, programar de forma armónica, orgánica, dialéctica, bajo el principio de la unidad dentro de la diversidad, la lucha unificada de todos los sectores del pueblo, sin aceptar la imposición reformista de los paños calientes o la burocrática, desde la altura del poder.

8.- El gran mérito del Presidente Chávez hasta los momentos, (representa su praxis, el papel histórico de un estadista comprometido con las voces del pueblo, desgraciadamente un gran número de hombres que le acompañan, sólo aspiran vivir de la revolución), es haber despertado del letargo a los abandonados, para colocar al pueblo en la ofensiva. Debemos estar dispuestos a diseñar una estrategia que nos permita golpear a la burguesía y al imperialismo, de lo contrario, seremos nosotros los que sufriremos la derrota semejante a Chile en el año 1.973 o tal vez muchos años antes, en La Comuna de Paris de 1.872, con el primer asesinato en masas cometido por la naciente burguesía, en Francia.

La gran ofensiva de la burguesía, el imperialismo y sus lacayos, consiste en, acumular fuerzas en la Asamblea Nacional, caracterizada por la heterogeneidad y desniveles político-ideológicos, con acomodaticios privilegios obtenidos. Ellos conocen la debilidad de nuestros parlamentarios, gustos, vicios y sobre todo, al obtener mayoría, todo el andamiaje jurídico por construir caerá por efecto dominó. Por tal razón, llamamos a luchar por:

- Impulsar el poder popular fortaleciendo la participación directa, para articular, organizar y multiplicar las fuerzas sociales autónomas.
- Realizar movilizaciones con el fin de educar, orientar e informar lo que representa la aplicación del ALCA en América Latina
- Aplicar el Artículo 236, literal 21, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
- No pagar de la deuda externa, o en su defecto disminución en un 50%.
- La apertura de expedientes y juicio sumarísimo a los funcionarios de cualquier rango, incursos en delito de peculado (Bolívar, 12 de Enero de 1824. Lima, Perú).
- La administración obrera de todas las empresas e industrias estatizadas. Control obrero de cada fábrica cerrada.
- Expropiar a los empresarios e industriales, sin indemnización, participantes en saboteo y acaparamiento de bienes y servicios.
- Establecer la Ley revolucionaria de Reforma Agraria. Supervisar, las cartas agrarias, en un gran porcentaje, existe actividad dolosa.
- Eliminar los contratos de las grandes empresas constructoras, debido a que muchas de ellas, están contra el proyecto de país, fomentando la propuesta del Presidente, fundamentada en el desarrollo y contratación de Cooperativas, microempresas, empresas asociativas, etc.
- La incorporación de los soldados, suboficiales, tropa y oficiales honestos a intercambiar opiniones acerca del proyecto de país, además de unirse a los trabajadores para conquistar y construir “la mayor suma de felicidad posible”. (A la clase dominante, les interesa un militar despolitizado, ajeno a la realidad social, fácil presa de la corrupción y los privilegios).
- Impulsar el poder de los trabajadores, a través de los Consejos Obreros de Fábrica, desarrollando los Consejos Comunales Campesinos, convirtiéndolos en poder local, conjuntamente con las Asambleas Populares, sin imposición institucional de ninguna índole, con el propósito de planificar, orientar, ejecutar la fuerza social capaz de desmitificar el poder constituido.
- Denunciar, enfrentar y corregir las diferentes irregularidades acontecidas en Educación, Salud y otras instancias burocráticas gubernamentales, con nombre y apellido del funcionario en cuestión.
- La instrumentación con carácter de urgencia, del trabajo solidario voluntario de los funcionarios públicos, la creación de brigadas para la formación político-ideológica, mecanismo de polítización para su incorporación a los cambios históricos que vive el país.
- Suspender la señal radioeléctrica y televisiva en forma definitiva a los dueños de radio y TV.
- El retiro de todos los activos del Gobierno en la Banca Privada conspiradora y terrorista (Banco Mercantil, Provincial, Venezuela, etc.).
9.- Es nuestro rol histórico combatir a los enemigos del pueblo. Política revolucionaria es combatir la desmovilización que ciertos sectores aliados al proceso pretenden imponernos. El pueblo, no es el mismo al del 11 de Abril del 2.002. Hoy somos capaces de ejercer el poder, establecer nuestra propia legalidad; nuestra decisión es irreversible, no aceptaremos concesiones para subordinar nuestras iniciativas y mucho menos que la Coordinadora Democrática junto a los imperialistas desencadenen la violencia y la represión a través del miedo y el terrorismo. Hemos demostrado en el transcurso de estos tiempos, cordura y tranquilidad, mientras ustedes se lanzaban a la aventura de un golpe certero intentando arrastrar a sectores de las Fuerzas Armadas a desconocer la Constitución, “7,5 millardos de dólares (hicieron perder al Estado - Nación) con el paro patronal y el sabotaje petrolero de Diciembre y Enero último”, han saboteado, escondido, acaparado alimentos, medicinas, bienes y servicios, hemos aportado los muertos, heridos y desaparecidos. Ustedes hoy “sociedad civil”, aún cuando han implementado una política terrorista en todo el territorio nacional, no han sentido las respuestas contundentes de la masa organizada. Nos manipulan con sus campañas mediáticas, para hacernos retroceder y así ocupar nuestros espacios conquistados. Realizan ustedes el doble juego táctico de la negociación y el golpismo para arrancarle concesiones al Gobierno. No entienden que este, nuestro proceso, es irreversible; no aceptaremos jamás que los tránsfugas hablen en nuestro nombre, por el desprecio que sienten por nosotros. Hoy igual que ayer, contra la violencia burguesa, la instrumentada por ustedes, aplicaremos la violencia revolucionaria.

Sepan señores reaccionarios, que son ustedes los que van a llevar al pueblo con su conducta fascista a la toma definitiva del poder, a la destrucción de este estado de la burguesía y del imperialismo. Por eso el pueblo, la masa, tantos años de abandono y desprecios está dispuesto a seguir luchando, a construir nuestros espacios autónomos y movilizarse para impedir el chantaje que pretenden imponernos a los trabajadores en general.

El pueblo sabe que el conflicto entre explotadores y explotados no se resolverá jamás a través de acuerdos de pasillo, a través de la renuncia de la lucha, a través de la disposición de conciliar, de armonizar intereses antagónicos. El conflicto entre trabajadores y explotadores sólo se resolverá mediante la fuerza, se resolverá favorablemente para el lado del que logre agrupar más sectores y acumular más fuerzas. Por eso hay que partir siempre de las masas y sus luchas para ganar la fuerza necesaria que permita aplastar y derrotar a los enemigos del pueblo en cada batalla y en la gran lucha por el poder y la democracia social


MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO
TUPAMARO

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!